Nada mejor que un viaje a bordo del Tren Amarillo para disfrutar los bellos paisajes de los Pirineos-Orientales de Francia, toda una joyaViajar en el Tren Amarillo, Francia Pirineos-Orientales del ferrocarril con características totalmente originales que mezcla algo del tren inglés y detalles de algunas líneas de metro de España.

El viaje se extiende por unos sesenta y tres kilómetros donde abundan los espectaculares paisajes y esto incluye la estación de tren más alta de toda Francia, un puente colgante. Una vía estrecha que sube hasta mil seiscientos metros pasando por infinidad de túneles, viaductos y hasta cuatro puentes en curva.

Esta es una excursión ideal para hacer durante una tarde ya que todo el viaje dura unas dos horas y media. Esta línea del Tren Amarillo fue construida a comienzos del siglo pasado y su recorrido sigue el valle del río Têt desde Villefranche-de-Conflent cruzando la Cerdaña desde Mont-Louis hasta Latour-de-Carol.

Es interesante conocer la historia del Tren Amarillo pues esconde una gran epopeya de la humanidad que tuvo lugar a comienzos del siglo XX ya que representó todo un reto para su época, una obra faraónica y una verdadera revolución tanto a nivel social como económica para la zona, pues sirvió para conectar las comarcas de Conflent y Cerdanya, tras siglos de aislamiento.

La construcción de esta vía férrea no estuvo exenta de accidentes, huelgas y problemas, a pesar de lo cual y gracias a la perseverancia de los encargados de la obra fue posible concretar un proyecto tan ambicioso para la época.

Así, el Tren Amarillo, de estilo antiguo, conecta Villefranche-de-Conflent con Latour- de-Carol llegando a la estación Bolquère, la más elevada de toda Francia. Gracias a la velocidad media en la que se desplaza el viajero puede disfrutar de hermosas vistas del Pirineo y en invierno pueden verse las montañas nevadas.

Es recomendable realizar el viaje por la mañana para regresar al final de la tarde pues así se aprovecha todo el día y el viaje se hace de manera muy confortable. Los horarios del Tren Amarillo, que funciona todo el año, cambian en función de la temporada y los billetes se compran en las taquillas de las estaciones.

Con cien años recorriendo los Pirineos, este peculiar tren en la actualidad solo es utilizado para fines turísticos por considerarse que se trata de un viaje de interés cultural, algo que le ha valido ser propuesto como Patrimonio de la Humanidad.

Un viaje que rememora el pasado por un camino zigzagueante uniendo la Cerdeña con los Pirineos Orientales a bordo de vagones que rememoran a los utilizados en el lejano oeste. De color amarillo vibrante el conocido también como Tren Groc sorprende a los viajeros no solo con impresionantes vistas sino también con monumentos como la Ermita de Nuestra Señora.

También se hace una visita a Montluis, la ciudadela más alta de Francia desde donde es posible dominar todo el hermoso Valle del Tet y también Villafranca de Conflent, el histórico pueblo amurallado que sorprender por su arquitectura de casas de adobe construidas en el siglo XIII.

Otra ventaja del Tren Amarillo es que el viajero puede cogerlo en cualquiera de sus veintidós estaciones, existiendo un vagón descubierto ideal para disfrutar en la temporada estival.

Asimismo, el turista puede optar por hacer el viaje de forma individual o bien una excursión organizada que incluye un circuito de varios días visitando varias localidades de la región, una buena excusa para degustar también la mejor gastronomía y las comidas típicas de esta zona.

Un viaje diferente, el Tren Amarillo permite visitar dos ciudades amuralladas, atravesar el puente colgante o Gisclard Cassagne, tomar hermosas fotografías y disfrutar de un día inolvidable.

por Elisa

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