Francia es un país que siempre ha tenido dentro de sus costumbres el vestir bien, aunque no siempre ese bien tiene que ver con la elegancia que tienen otras culturas siempre se ha considerado la moda en este lugar como algo vanguardista, en el caso de las costumbres que se usaban en la antigüedad la mayores particularidades que se encuentran pasan por el uso frecuente de costureras a domicilio.
La mayoría de las confecciones a lo largo de la historia tienen niveles muy altos de calidad, algo que se reconoce incluso en el actualidad, aunque épocas de reyes y cortes, los atuendos eran mucho más exigentes destacándose por las telas más finas en muchos casos sedas traídas de oriente, así como también los vestidos con incrustaciones de piedras preciosas, todo con el fin de hacer de la elegancia de los nobles algo cada vez mayor, destacándose en la historia la corte de Luis XIV como una de las que más esplendor tuvo en sus atuendos.
Respecto al calzado desde épocas muy antiguas se comenzaron a producir zapatos en piel, cuero o telas, siendo característico también que se marcaran las marcas o alguna especie de símbolo del fabricante, algo que para la época era muy prematuro.
No hay un traje típico único para toda Francia, ya que la vestimenta tradicional varía según las regiones. Algunos ejemplos incluyen el traje bretón de Bretaña, el traje provenzal de Provenza y el traje alsaciano de Alsacia. La vestimenta tradicional se usa a menudo en eventos y festivales folklóricos, así como en celebraciones culturales y regionales. También puede verse en ocasiones especiales como bodas y fiestas locales.
El traje bretón, o traje de Bretaña, varía según la región, pero a menudo incluye blusas y camisas bordadas, faldas plisadas, chalecos y sombreros típicos. Es comúnmente usado en festivales y eventos folklóricos.