La moneda de Francia en la actualidad es el euro, ya que este país pertenece a la Comunidad Económica Europea por lo que la moneda corriente en este lugar es la misma que la que hay en todos los países de esta comunidad, con excepción de Inglaterra que está incluida dentro de esta organización pero no ha depuesto su moneda por lo que sigue siendo la libra esterlina.
En Francia, se utilizan billetes de euro en denominaciones de €5, €10, €20, €50, €100 y €200. Las monedas de euro se emiten en denominaciones de 1, 2, 5, 10, 20 y 50 céntimos, así como €1 y €2.
En general, el euro es la única moneda aceptada en transacciones regulares en Francia. Sin embargo, en algunas zonas turísticas o tiendas que atienden a visitantes extranjeros, es posible que acepten otras monedas como el dólar estadounidense o la libra esterlina, pero es poco común.
Puedes cambiar dinero en Francia en bancos, oficinas de cambio de divisas, hoteles y aeropuertos. Los cajeros automáticos también son una opción conveniente para cambiar dinero, ya que ofrecen tasas de cambio competitivas. Además, es común pagar con tarjeta de crédito o débito en la mayoría de los lugares en Francia.
Historia de la moneda francesa: Moneda de Francia antes del euro
Anterior a la incorporación del euro como moneda corriente en el territorio francés, la moneda que se usaba era el Franco francés, la cual aplicaba para todo este territorio, así como también a las colonias que tiene este país en África y en el Pacifico.
El origen del Franco francés era una moneda que había sido acuñada en 1360 por la liberación del Rey Juan II el bueno, esta moneda equivalía a una libra de Tours, aunque durante el reinado de Luis XIII se abolió esta moneda y se instauro la moneda de curso legal como el Luis o el escudo permaneciendo de esta forma hasta que la revolución francesa revoco el orden monárquico y nombro nuevamente a la moneda oficial como el Franco.
Debido a la gran devaluación que sufrió esta moneda durante las dos guerras del siglo XX se creó en 1960 el nuevo Franco Francés, si bien modificada la valoración de esta, seguían permitiendo que la moneda más antigua circulara.