La Cruzada contra los albigenses , también conocida como la Cruzada albigense , fue una campaña militar y religiosa llevada a cabo en el sur de Francia entre 1209 y 1229. Fue dirigida por la Iglesia Católica, con el apoyo de la monarquía francesa, para combatir la herejía cátara (o albigense), un movimiento religioso considerado herético por Roma. Este evento tuvo un profundo impacto en la región de Languedoc y en la consolidación del poder real en Francia.
Contexto
- Los cátaros : Eran un grupo cristiano dualista que rechazaba muchos de los principios de la Iglesia Católica, incluyendo su autoridad y el materialismo de sus líderes. Promovían una vida ascética y rechazaban la riqueza y las estructuras jerárquicas de la Iglesia.
- Localización : Los cátaros se concentran principalmente en la región de Languedoc, al sur de Francia, en ciudades como Albi (de ahí el término «albigenses»), Carcasona y Toulouse.
- Resistencia local : Los señores feudales locales, aunque no siempre eran cátaros, protegían a menudo a los herejes por razones políticas y culturales.
Inicio de la Cruzada
La cruzada fue convocada en 1208 por el Papa Inocencio III , tras el asesinato del legado papal Pedro de Castelnau, un hecho atribuido a los señores feudales protectores de los cátaros. En 1209, una coalición de nobles del norte de Francia, liderada por Simón de Montfort, inició la campaña militar.
Principales eventos
- Masacre de Béziers (1209) : La cruzada comenzó con una brutal masacre en Béziers, donde miles de habitantes fueron asesinados, cátaros y católicos por igual. Se atribuye la frase «Matadlos a todos, Dios reconocerá a los suyos» a un legado papal en este contexto.
- Caída de Carcasona (1209) : Después de Béziers, los cruzados tomaron Carcasona, otro importante bastión cátaro.
- Resistencia en Toulouse y Montségur : Toulouse se convirtió en un foco de resistencia, mientras que Montségur, una fortaleza cátara, resistió hasta 1244, cuando fue tomada y sus ocupantes ejecutados.
Consecuencias
- Declive del catarismo : Aunque no desapareció de inmediato, el catarismo fue erradicado gradualmente, especialmente tras la implementación de la Inquisición en la región.
- Centralización del poder : La cruzada debilitó a los señores feudales del sur y fortaleció la autoridad del rey de Francia sobre Languedoc.
- Transformación cultural : El sur de Francia, conocido por su lengua occitana y su rica tradición cultural, sufrió una profunda transformación debido a la destrucción y represión cultural.
La Cruzada albigense es recordada como un episodio oscuro de intolerancia religiosa y represión, que marcó un punto de inflexión en la historia de Francia y de la Iglesia Católica.
Elisa 