El Valle de Loira se caracteriza por su gran belleza natural y por albergar numerosos castillos muchos de ellos verdaderas obras de arte arquitectónicas.
Uno de esos espectaculares palacios es el bello Château de Brissac, que se ha hecho famoso por su belleza edilicia, como también por ser el sitio donde se lleva a cabo todos los años el Festival del Valle del Loira. Además, posee un programa de visitas guiadas y una variedad de actividades para disfrutar en sus extensos parques.
Con ambientes que reflejan el estilo propio de la Francia del siglo XVII, este castillo comenzó a edificarse en el año 1610 a pedido de Charles de Cossé, el primer duque de Brissac. Anterior a esta construcción existió allí un castillo que actuaba como fortaleza y que fue destruido.
El castillo de Brissac sufrió graves daños en la época de las Guerras de la Religión y Carlos II de Cosse lo reconstruyó con la ayuda de Enrique de Navarra quien realizó una donación para realizar las obras.
Con los acontecimiento de la Revolución Francesa sufrió nuevamente saqueos y quedó casi totalmente destruido, sometido a un arduo trabajo de restauración se logró rescatarlo y fue conservado hasta hoy, pudiendo visitarse las suites Marquis y Luiz XIII, como también las habitaciones de los Cazadores.
Adornan el lugar cristalerías venecianas, tapices persas y una gran variedad de pinturas francesas. Inclusive, posee una sala de conciertos mandada a construir por la Marquesa de Brissac, Jeanne Say, donde suelen acontecer espectáculos de ópera.
También, es conocido, según una vieja leyenda, como el lugar elegido por los espíritus de una pareja de amantes que recorren su interior y que según los dichos serían la esposa de Jaques de Breze que fue asesinada allí junto con su amante, cuando su marido descubrió el engaño.
Románticos jardines y los famosos viñedos de Brissac le dan el toque de belleza natural en un entorno delicioso, a un lugar que ha tenido siempre ilustres visitantes y que hoy es admirado por todos los que tienen la suerte de llegar hasta aquí.