Además de los castillos que existen en varias de las regiones de Francia las abadías son también signos emblemáticos de muchos de los pueblos y villas de este bello país, marcando en muchos casos la historia y tradiciones del lugar.
En la región de Alta Normandía existen varias abadías que son dignas de conocerse, la mayoría de ellas muy antiguas y formaron parte de la vida religiosa y en muchos casos intelectual de su época.
En la localidad de Bec-Hellouin se encuentra precisamente la abadía que lleva el nombre de ese poblado.
En realidad la Abadía de Bec-Hellouin se encuentra situada en el bonito Valle del Risle, quedando a medio camino entre las ciudades de Rouen y Le Havre.
Fundada en el año 1039 por el caballero normando Herluin, esta Abadía pertenecía a la orden de los benedictinos y sigue en la actualidad albergando un monasterio donde los monjes llevan una vida de trabajo y dedicación a sus actividades religiosas.
Durante gran parte del siglo XI esta Abadía fue el epicentro de los acontecimientos intelectuales y culturales de la región, ilustres personajes religiosos estuvieron allí como por ejemplo el Papa Alejandro II. Siendo además, beneficiaria de cuantiosas donaciones que permitieron su enriquecimiento tanto a nivel arquitectónico como cultural.
Al llegar las Guerras de Religión fue destruida casi por completo el edificio original, quedando sólo la torre de San Nicolás que pertenece al siglo XV.
En la actualidad la mayoría de las edificaciones son nuevas, pero los monjes volvieron a habitar el lugar recién en 1948.
La Abadía de Bec-Hellouin forma parte de la Rutas de las Abadía de Normandía y es un sitio que no puede dejar de visitarse por la belleza de la construcción como por el magnífico lugar donde se encuentra.