Viajando por la región de Aquitania es posible visitar una gran cantidad de pintorescas villas de estilo medieval y Sarlat es una de ellas pero que se distingue sobre todo por el estupendo grado de conservación de todos sus edificios.

Su nombre completo es Sarlat la Canéda y es la capital del Périgord Noir, una región que se encuentra limitada por los ríos Vézère y Dordogne y rodeada de bosques poblados de castaños, nogales y robles, es un sitio de ensueño para visitar.

Esta villa construida alrededor de una abadía en el siglo IX, es uno de los sitios que mayor cantidad de edificios protegidos posee en toda Europa. Son más de trescientos inmuebles con fachadas medievales renacentistas  visitado anualmente por aproximadamente un millón y medio de turistas de todo el mundo.

Una ciudad de vida apacible rodeada de un entorno natural muy bello, sus calles estrechas y sus casas con frentes de roca la hacen un lugar muy especial.

Un sitio que puede recorrerse a pie, teniendo en cuenta que las distancias entre un sitio y otro son muy cortas. Muchos turistas alquilan bicicletas para hacer un paseo tanto por la villa como por sus alrededores.

Posee un mercado donde es posible hallar productos locales, así como bonitas artesanías, tanto los miércoles por la mañana como los sábados durante todo el día es lugar obligado de sus pobladores para hacerse de alimentos frescos.

Para degustar su gastronomía nada mejor que visitar otro mercado pero que se encuentra en la Iglesia de Santa María.

También,  para quines deseen comprar el delicioso foie gras, trufas, sobre todo la famosa trufa negra del Périgord, castañas, setas y vinos deliciosos, podrán hacerlo en las diversas tiendas que existen en la ciudad.

Para quienes decidan quedarse por unos días para disfrutar de la vida tranquila de esta villa medieval, existen bonitos hostales donde alojarse, lugares encantadores y con una atención excelente.

La hermosa Villa de Sarlat posee gran variedad de sitios para conocer por lo cual una visita de varios días es lo recomendable para quienes deseen realmente recorrerla en su totalidad y no perderse de conocer ninguno de sus bellos lugares.

Para lo amantes de la arquitectura es indispensable recorrer sus calles, entre ellas las más interesantes y pintorescas se encuentran la Rue des Consuls, donde pueden verse gran cantidad de construcciones que datan de los siglos XV al XVII, la primera calle principal que existió en la Villa la Rue Jean-Jacques Rousseau, hasta que fue construida posteriormente en el siglo XIX la Rue de la République, pasando a ser la más importante, también poseen edificios de gran belleza edilicia.

Se puede ir hasta el centro de la ciudad y llegar a la Place de la Liberté, donde existen varios cafés y tiendas, y donde se realiza semanalmente el mercado de Sarlat. Aquí es posible ver la Maison de La Boétie, construida en el año 1525, el bonito Hotel Plamon que se caracteriza por haber decorado cada planta del edificio en el estilo de una época diferente y el Hotel de Maleville construido en el siglo XVI.

Su hermosa Catedral St. Sacerdos con una magnífica torre, el Cour de l’Evêche un hermoso jardín en donde se levanta un extraña torre que tiene formato cónico y fue construida en el siglo XVII.

El histórico Palacio Episcopal, en la actualidad cumple funciones como teatro, una visita a su interior nos permitirá ver su magnífico estilo renacentista. Y, de una antigua abadía del siglo XII puede visitarse La Capille des Pénitents Bleus.

Quienes gustan de los autos antiguos pueden visitar el Museo del Automóvil donde hallarán vehiculos como un Renault fabricado en 1912, un Rolls-Roce (1929) y Citröen de los que se fabricaban en los años veinte y un Hispano Suiza modelo 1936. También existen modelos más actuales como Ferrari y Bugatti.

Haciendo un recorrido por los alrededores de la Villa veremos una casa de campo del siglo XVIII llamada Manoir d’Eyrignac, donde llaman la atención sus hermosos y perfectamente diseñados jardines, predominando árboles como los cipreses, todos podados y formando bonitos senderos.

Sarlat es una Villa maravillosa que de seguro dejará encantados a quienes la visiten tanto por su belleza histórica como por la hospitalidad de sus pobladores.

Foto Fuente: Lalinde

por Elisa

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