Se lo considera uno de los pueblos más bonitos que existen en Francia, Bonneval, ubicado en la región de los Alpes-Ródano, en el departamento de Saboya y a pocos kilómetros del Val d’Isere a más de 1800 metros sobre el nivel del mar.
Este poblado se destaca por sus casas de tamaño pequeño y lo más sorprendente es que están construidas íntegramente en piedra, realzando aún más el paisaje tan particular de este lugar.
La disposición de sus calles se encuentra diseñada para que todas ellas confluyan en la iglesia de la ciudad, un hermoso edificio construido en el estilo típico de Saboya.
El Valle de Maurienne que circunda la ciudad fue en la prehistoria un lugar donde se levantaban inmensos glaciares, ocupado en el siglo XV por los romanos que lo utilizaban para desarrollar la agricultura.
En la actualidad aún existen gran cantidad de esos glaciares prehistóricos que pueden visitarse por medio de excursiones guiadas, recomendables para quienes deseen encontrarse con paisajes bellísimos que ofrece toda esta vasta región, entre ellos el Glacier du Pissallas, que se encuentra en el Col d’Iseran.
En Bonneval y dada su ubicación geográfica las temperaturas varían mucho dependiendo de la estación del año.
Así, en el verano el clima es templado y permite realizar actividades como caminatas, trekking y en algunas zonas puede practicarse montañismo. Ya en el invierno todo el lugar se convierte en un magnífico centro de esquí en la montaña, donde los aficionados a este deporte puede disfrutar al máximo su práctica.
Además, muy cerca de la ciudad se encuentra el fantástico Parque Nacional Vanoise, siendo la puerta de acceso a esta reserva natural que posee paisajes excelentes así como una gran variedad de formas de vida que se desarrollan en este ambiente natural.
Bonneval es un lugar para recomendar por su belleza, tranquilidad y por la posibilidad que brinda de contemplar una naturaleza casi en estado virgen.
Foto: Fuente Hautemaurienne