Se ha podido ver en el último año que la pandemia por Covid-19 trajo cambios sustanciales en muchos países y han vuelto los reflejos más profundos relacionados a la “soberanía nacional”, algo que siempre ha sido muy fuerte en Francia.
Esto ha quedado de manifiesto en los últimos días con la negativa de Francia de impedir la venta de Carrefour.
Así, el Gobierno de París puso un freno a los planes de compra del “Grupo Carrefour” por parte del gigante canadiense Couche-Tard, con un argumento de las autoridades galas que manifestaron que la operación no puede ser llevada a cabo porque Carrefour es un elemento que hace a la “seguridad alimentaria” y por ello no conviene que quede en manos extranjeras.
A pesar que Couche-Tard es un compañía, fundada en Quebec, con sede central en esa provincia francófona canadiense y con la que París ha tenido desde siempre lazos políticos y humanos muy estrechos, la negativa a la venta de Carrefour parece ser inamovible.
Las autoridades francesas pusieron de manifiesto que en plena crisis del Coronavirus es imposible que se ceda a propietarios quebequeses una compañía que efectúa un servicio vital como es la distribución de alimentos.
Esta posición del Gobierno francés ha sido bien clara y quedó plasmada en declaraciones tanto de la ministro de Trabajo Elisabeth Borne como del titular de Economía y Hacienda Bruno Le Maire.
Algunos datos que es necesario tener en cuenta para la decisión de impedir la venta de Carrefour es que se trata de la empresa, del sector privado, con una plantilla de trescientas veinte mil personas.
Además, Carrefour emplea cada año a miles de jóvenes que comienzan con su carrera laboral y por lo tanto se trata de una política que no puede ser puesta en duda por el cambio de dueños y sus reestructuraciones
Existen otras razones que derivan directamente de la pandemia y una de ellas es la estrategia que lleva adelante Carrefour que incentiva el trabajo de productores locales, agricultores, algo que ha sido muy importante durante la crisis sanitaria.
En síntesis, la pandemia en Francia y también en otros países ha dejado en evidencia la importancia de mantener la producción y el control en ciertos sectores para no quedar al descubierto y desprotegidos ante una emergencia siendo fundamental el área de alimentación.