Una pequeña isla en el Índico que forma parte de la Unión Europea, Mayotte es un destino turístico aún poco conocido ubicado en el canal que separa la costa Este africana en Mozambique con Madagascar.

Se trata de un destino perfecto para los amantes del mundo marino, sobre todo cuando los cetáceos, en determinada época del año, hacen escala para reproducirse.

Mayotte, un poco de su historia

Aguas color turquesa, Mayotte es conocida como la Isla de la Vainilla por ser la tierra de los perfumes y las especias y forma parte del conglomerado de posesiones que aún hoy mantiene Francia fuera del Continente Europeo.

Así, bajo la corona francesa a partir de 1843 esta isla fue cedida a las Comores cuando finalizaba el siglo XIX. A pesar de esto sus habitantes siguieron sintiéndose franceses y cuando las Comores se independizaron en el siglo pasado Mayotte decidió continuar bajo el ala francesa.

Por ello los habitantes de Mayotte ratifican en la actualidad, a través de consultas populares realizadas, seguir siendo franceses.

Mayotte, un destino turístico inexplorado

Con un estilo de vida tranquilo y una naturaleza que se mantiene intacta, Mayotte alberga fauna y flora endémicas, todos disperso en una superficie de tonos verdes recortados por sierras.

Además, en las playas de Mayotte desovan tortugas, pero también es uno de los destinos visitados por ballenas y delfines que muestran un espectáculo privilegiado tanto para sus habitantes como para los turistas que visitan la isla.

Tierras fértiles para el cultivo de canela, cacao, café, jazmín e Ylang-Ylang, uno de los mayores atractivos naturales que ofrece Mayotte son sus bosques naturales

Si bien puede resultar un destino turístico un poco alejado, es hoy el preferido por los amantes del buceo, sobre todo porque esta isla alberga una de las lagunas más bellas del mundo con una fauna acuática sumamente variada.

Pero eso no es todo ya que en Mayotte tiene también un bonito arrecife de coral y playas paradisíacas que de marzo a junio reciben a millones de tortugas que llegan hasta allí para pones sus huevos.

Quienes gustan del senderismo también tienen un destino ideal en Mayotte gracias a su naturaleza salvaje y exuberante que invita a recorrer sus caminos donde es posible encontrar ranas, makis, garzas y colibrís.

Muchos turistas que visitan la isla tratan de llegar a la cumbre de los montes Choungui o el Benara. Pero también existe la posibilidad de descubrir esta fantástica isla en bicicleta haciendo un paseo por el lago Dziani o visitar la plantación de Ylang-Ylang que es un verdadero Jardín del Edén.

Qué ver y hacer en Mayotte

Existen también excelentes alternativas de ocio en Mayotte como visitar el Eco-Museo de Ylang Ylang y el de la vainilla en el sur de Sada, en Jimaweni, donde también es posible comprar uno de sus famosos sombreros.

También, es posible comprar recuerdos de la isla como mermeladas, especias y hasta esencia de Ylang Ylang, entre otros productos que pueden adquirirse en el pintoresco y colorido mercado de Mamoudzou.

Además de submarinismo la isla es espectacular para practicar snorkel ya que sus lagunas de aguas transparentes permiten ver tortugas y peces multicolores, sobre todo al este de la isla donde las aguas albergan una flora y fauna excepcionales.

Organizar una acampada en los islotes de Choizil, admirar las puestas de sol o alquilar una piragua y partir desde M’tsamboro descubriendo hermosos paisajes son otras opciones de ocio.

Una semana es suficiente para descubrir los principales encantos de Mayotte aunque para los amantes de la naturaleza prolongar la estancia es una buena opción para practicar actividades al aire libre y relajarse.

por Elisa

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