Situada en la región de Occitania al sur de Francia, Nimes es una pintoresca ciudad que en el pasó se levantó como colonia del Imperio Romano. Conocida por sus maravillosos monumentos, en perfecto estado de conservación, quienes la visitan tienen la oportunidad de admirar toda su belleza y descubrir su rica historia.
La Arena de Nimes o la Maison Carrée y otros varios vestigios romanos que conserva la ciudad representan un atractivo adicional de este destino turístico del Languedoc-Roussillon que tiene otras muchas cosas interesantes por descubrir.
Nimes, un poco de su historia
Con 2500 años de historia, Nimes es una ciudad que existió originalmente como asentamiento Galo y fueron los romanos quienes ocuparo este lugar desde el año 28 aC. y hasta el 473 dC.
De aquellas épocas de esplendor, cuando Nimes era una de las villas de referencia de la llamada Vía Domitia, datan la mayoría de los monumentos más importantes
Pero la historia de Nimes fue cambiando y siempre se distinguió por ser totalmente diferente a la de cualquier otra ciudad europea, sobre todo porque soportó infinidad de invasiones, guerras y epidemias alternadas siempre de períodos de bonanza.
Qué visitar en Nimes?
Arena de Nimes
Este es un anfiteatro compuesto de dos piso que fue contruido aproximadamente en el año 70 d. C., pero lo más interesante es que aún hoy se utiliza este espacio para celebrar conciertos y corridas de toros.
Aunque las dimensiones de este anfiteatro son menores a las del Coliseo de Roma, ambos monumentos fueron construidos en la misma época. Después de la expulsión de los romanos el anfiteatro fue utilizado como fortaleza y también albergó un par de iglesias y varias casas durante la Edad Media.
En 1863 la Arena de Nimes fue totalmente rehabilitada y se convirtió en lo que es hoy, una plaza de toros y un anfiteatro donde se realizan distintos espectáculos y conciertos.
Maison Carrée
Este es otro de los grandes atractivos de Nimes, un templo romano que data del año 16 aC., al recorrer sus instalaciones los visitantes podrás admirar por ejemplo los detalles de las columnas, la escalinata y el frontón.
Existe una visita para turistas que combina una visión en el interior con un vídeo en 3D que hace un repaso de la historia de Nimes durante la época de los romanos, algo interesante pero al que solo puede asistirse comprando el ticket combinado.
La Tour Magne
Este monumento es una torre de vigilancia, también de la época romana, que fue levantada en el año 15 aC., y formó parte de las murallas de la ciudad. A pesar de estar parcialmente destruida aún hoy tiene una altura de más de treinta metros.
La visita a este monumento también está disponible con una entrada combinada que incluye subir al mirador desde donde es posible obtener excelentes vistas de la ciudad y de los preciosos Jardins de la Fontaine.
Jardines de La Fontaine
Estos hermosos y enormes jardines públicos fueron construidos en 1745 donde los visitantes podrán admirar rincones encantadores y variadas manifestaciones artísticas que van desde fuentes hasta balaustradas neoclásicas de gran belleza arquitectónica.
Sin lugar a dudas los Jardines de La Fontaine resultan una de las zonas más bonitas y tranquilas de Nimes. Aquí existía, antes del diseño de los jardines, un antiguo santuario romano con un manantial que funcionaba a modo de fuente natural.
Plaza de L´Horloge, Catedral de San Castor y Puerta de Augusto
En el centro histórico de Nimes se encuentran otros atractivos monumenos y espacios naturales como la Place de l’Horloge (Plaza del Reloj), una hermosa plaza totalmente renovada en 2003 y en la que destaca la esbelta torre del reloj.
Ya la Catedral de San Castor es un edificio edificado a fines del siglo XI con una fachada muy peculiar, producto de varias modificaciones que sufrió el edificio durante diferentes épocas.
Ya la Puerta de Augusto, ubicada al este del casco histórico de Nimes, disponía de dos grandes aberturas por las cuales pasaban los carros que entraban a la ciudad, siendo un paso con gran funcionalidad.
Justo frente a la Puerta de Augusto se encuentra la iglesia de San Baudillo, un templo neogótico espléndido construido durante la segunda mitad del siglo XIX.