Casi 48 horas después de los atentados que golpearon a la ciudad de París y que costaron la vida a cientos de personas, la capital francesa sigue aún sumamente consternada.
Los principales centros turísticos continúan cerrados y las calles de una ciudad que suele ser divertida y bulliciosa sigue hoy consternada, con un metro prácticamente vacío y comercios casi invisibles.
La tristeza puede verse reflejada en los rostros de parisinos y turistas que, como lo hacen miles de personas cada año, eligen a la capital francesa como un destino turístico que ofrece todo para divertirse y pasarla bien.
Muchos de esos turistas habían planeado su viaje a París desde hace tiempo y ahora, después de los atentados que sufriera la ciudad el viernes 13 de noviembre parece no poder recuperarse del estupor, la tristeza y también la indignación por la muerte de tantos inocentes.
Este fin de semana podían contarse las personas que caminaban por la Plaza del Trocadero o cerca de la Torre Eiffel. París da hoy un paisaje diferente al que todos estamos acostumbraos a ver inclusive esto sorprende a los vendedores callejeros.
Para quienes visitan la capital de Francia en estos días se hace difícil disfrutar de las maravillas que ofrece esta hermosa ciudad, pues el miedo aún se sigue respirando en las calles próximas a la Plaza de la República y del trístemente famoso semanario satírico «Charlie Hebdo», blanco de otro ataque terrorista el pasado enero.
Todos coinciden, parisinos y visitantes, jamás han visto París tan triste y tan desesperadamente “calmada” con museos como el del Louvre cerrados y cafeterías con sus persianas bajas.
Un París que puede verse como una película en cámara lenta y una ciudad que trata de despertar de una pesadilla y volver a ser aquella famosa Ciudad de la Luz, capital de un país que ofrece historia, cultura, paisajes, excelente gastronomía, moda y diversión para todos los gustos.
Sin embargo, y a pesar de que es posible percibir una ciudad traumatizada por los atentados, tanto parisinos como turistas coinciden en que el terrorismo no podrá condicionas sus vidas ni sus planes.
Paulatinamente museos, restaurantes, bares, teatros y lugares emblemáticos como Disneyland París, que por ahora permanece cerrada por motivos de seguridad, volverán a abrir sus puertas y retomar la cotidianidad con todas las lineas del metro operativas y con un servicio transcurriendo con normalidad. Los buses volverán mañana a sus paseos tradicionales y podremos ver a los turistas con sus mapas y cámaras de fotos disfrutando de la ciudad, riendo y comprando souvenirs.
Por el momento es posible viajar a París sin ningún tipo de restricción, a pesar que se han impuesto controles de seguridad estrictos que sigue un plan de protección. Francia restablecerá a partir de ahora los controles de sus fronteras pero esto no afectará el ingreso al país.
Asimismo, la documentación para entrar a territorio francés desde España en la zona Schengen sigue siendo igual que hasta el 13 de noviembre pero las autoridades podrán exigir la presentación del DNI o pasaporte del turista.
También se ha puesto en marcha el “Plan Vigipirate” de seguridad nacional para la región de París que se traduce en protección máxima y medidas de seguridad excepcionales en lugares muy frecuentados tanto por parisinos como por turistas, que incluye medios de transporte público, grandes almacenes, museos, lugares de culto y atracciones turísticas.
“Yo soy París”, “París es vida” son solo algunas de las frases que sirven de testimonio de que la vida continua y las bellezas de Francia siempre representarán una gran atracción para los turistas, desde sus cascos antiguos en ciudades maravillosas, monumentos famosos a nivel internacional y los fabulosos castillos que deslumbran a sus visitantes.
¡Viva París! un gran destino turístico de excelencia.
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