Dentro de los muchos atractivos que Francia ofrece a sus visitantes, los castillos y palacios tienen un encanto especial.
Entre los edificios que no pueden dejar de visitarse en un viaje a Francia y más específicamente a París es el Château de Maisons Laffitte, diseñado por Fracois Mansart, fue construido entre los años 1630 y 1651, con el fin de albergar al Rey Luis XIV, siendo un maravilloso ejemplo del estilo barroco francés.
Durante la época de la Revolución Francesa, el castillo fue confiscado y volvió a manos privadas en 1804. Posteriormente en 1818 fue vendido a Jacques Lafitte quien en 1834 hizo construir el parque que esta alrededor de toda la propiedad.
Se encuentra situado en Maisons Laffitte, entre el Sena y el bosque de Saint Germain, en Laye. Lo rodea un hermoso y gran parque que a su vez se divide en un sector más pequeño de unas 33 hectáreas y otro de unas 300 hectáreas.
Existe una avenida principal que posee tres caminos de los cuales uno lleva al bosque, otro era el que iba hacia el antiguo pueblo, que en la actualidad forma parte de Paris, y el tercero conduce al gran portón de entrada del castillo.
Una visita a este hermoso monumento nos permitirá descubrir mobiliario, tapices y pinturas de la época. Un magnífico vestíbulo de grandes dimensiones recibe a los visitantes. La entrada se encuentra totalmente tallada en piedra y antiguamente presentaba piezas de una bella herrería que hoy se encuentran en el Museo del Louvre.
En el primer piso está el salón llamado Appartement des Aigles, con una excelente decoración imperial, fiel reflejo de la grandeza de esa época.
También, se puede disfrutar de una exposición permanente que existe, dedicada a los caballos de carreras haciendo referencia también a toda la historia hípica de Francia.
Una visita imperdible a un lugar encantador, visitar el Château de Maisons Laffitte, es revivir la historia y el glamour de un París que siempre estará en el recuerdo.
Foto: Fuente 1001loisirs