Para aquellos que gustan de visitar pueblos medievales Bretaña es el lugar ideal para encontrar muchos de ellos.
Vitré es un ejemplo de ello, un pueblo que nos muestra la arquitectura y belleza de esa época con terminaciones y detalles para admirar.
Este bello lugar se encuentra a sólo 25 kilómetros al este de Rennes y al llegar a él lo primero que podremos ver son sus calles de piedra que recorren el casco antiguo de la ciudad y caminando por ellas nos sorprenderemos con muchas joyas de la arquitectura antigua.
Llegando al centro de la ciudad hallaremos gran cantidad de cafés y bares todos con excelentes vistas para admirar mientras degustamos algún platillo tradicional de la zona.
Esta ciudad se caracteriza por poseer un estilo gótico puro en todas sus construcciones, razón por la cual ha sido declarado Sitio de interés Artístico.
La ciudad de Vitré, con 500 años de vida es dueña de una gran riqueza histórica y cultural, considerada como una de las ciudades de Bretaña en la que mejor se encuentran conservadas mansiones, murallas, iglesias e inclusive sus calles.
Casi la totalidad de los edificios fueron levantados entre los siglos XV y XVI, época esta en la que era un pueblo muy poderoso con una prosperidad importante.
El Castillo de Vitré es el primero construido totalmente en piedra en esa localidad y que data de finales del siglo XI, posee una planta triangular poco común en este estilo de construcciones que sigue la cumbre del promontorio rocoso y se encuentra rodeado de fosos. En la actualidad funciona en su interior un museo que posee artesanías de la zona y esculturas.
Todos los días lunes se desarrolla en la ciudad el llamado Mercado al aire libre que se arma en la plaza frente a la Iglesia de Notre Dame, otro sitio digno de visitarse.
También es recomendable visitar la Estación, un castillo neo-gótico de toba y ladrillo y el Jardín de Parque con excelentes y variados ejemplares botánicos.
Foto: Fuente France Horizons