Francia es una república semipresidencial, en la cual se cuenta con un presidente y con un primer ministro, en donde el primero cumple el rol de jefe de estado mientras que el segundo es el jefe de estado, las elecciones de estos dos funcionarios son muy complejas ya que el presidente es elegido por votación popular mientras que el primer ministro es designado por el primer mandatario, como en todos los países parlamentarios la designación tiene que ver con una conveniencia política, en donde se puede designar un miembro del parlamento como un líder de la coalición o una personalidad destacada.
La idea cuando se nombra al primer ministro es poder sumar a una persona que tenga buena relación con la mayoría parlamentaria y de esta manera poder tener una buena llegada con la asamblea y poder gobernar con mayor armonía, sobre todo a la hora de legislar.
La política tal cual la conocemos en Francia proviene de la fundación de la Quinta República en 1958, por Charles de Gaulle, y desde ese punto la presidencia francesa tuvo siempre un representante de los partidos de derecha, hasta 1981 en donde fue elegido un político de la izquierda.
Aun de las mayores particularidades es que las elecciones presidenciales u las de la Asamblea no son al mismo tiempo por lo que en algunos casos el presidente y el primer ministro no coinciden en el tiempo por lo que pueden pertenecer a partidos diferentes, y cuando esto se da se llama cohabitación.
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