Dijon capital de Borgoña, una región cautivante y moderna situada entre Lyon y París, ofrece a sus visitantes toda la magia del pasado que se une a un presente en expansión.
De su pasado ha heredado un patrimonio arquitectónico de excepción y cuenta con unas 97 hectáreas de monumentos que han sido declarados de interés cultural y artístico.
Con un paisaje encantador de casas con entramados de madera, la bella Catedral de Saint-Bénigne y el Palacio de los Duques de Borgoña, esta ciudad tiene todo aquello que encanta a los turistas.
Para los amantes del arte y la historia la ciudad les ofrece varios museos, el Museo de Bellas Artes, que fuera en el pasado el palacio de los Duques de Borgoña y es el lugar que guarda sus tumbas, el Museo Rude, el Museo Magnin, los museos de la Vida Borgoñona y de Arte Sacro y los de Historia Natural y Arqueológico, además del hermoso Jardín Botánico.
En la Plaza de la Liberación suelen hacerse diferentes encuentros culturales que tienen renombre internacional, los hay de teatro, arte, danza y música. También se realiza el llamado Primer Plano, un festival de cine y la Feria Internacional y Gastronómica.
Dijon es también famosa por su gastronomía y repostería en especial sus golosinas como el delicioso pan de miel y especias, además de excelentes vinos.
Un gran número de restaurantes y los famosos viñedos de la región son una invitación para los aficionados a la gastronomía y amantes de buenos vinos.
El barrio antiguo de Dijon de estilo medieval se encuentra alrededor del Palacio de los Duques, se encuentra aquí el llamado mercado cubierto (Les Halles) un sitio donde pueden encontrarse todo tipo de platillos de la culinaria regional, también existen tiendas de vinos y todo tipo de golosinas y dulces tradicionales.