La región de Bretaña nos brinda también, al igual que otras zonas de Francia, la posibilidad de conocer y disfrutar de la visita a antiguos edificios tanto civiles como religiosos, siendo las abadías parte importante de los paisajes con aires medievales que nos llevan en un viaje hacia el pasado.

Así, llegamos hasta la comuna francesa de Paimpol que pertenece al departamento de Côtes-d’Armor, para conocer la Abadía de Beauport, lugar que fuera en el pasado uno de los sitios de los cuales partían los peregrinos que hacían el Camino de Santiago.

Fundada en 1202, la Abadía de Beauport tiene una extensa historia, sus primeros habitantes fueron llamados por el Conde Goëlo. Así,  monjes de la Orden de los premonstratenses que se encontraban en la Abadía de La Lucerna viajaron para residir en esta nueva abadía.

Estos monjes pertenecían a la Diócesis de Avranches en Normandía, y su orden se encontraba fundada desde el año 1120. Un abad general la comandaba con mano rígida siendo su misión la de atender las distintas iglesias parroquiales.

Dado que en esa época para la fundación de una abadía era necesario dinero y tierras para levantar el monasterio, hacer las huertas y formar los bosques, el Conde de Goëlo les dio a los premonstratenses tierras que se encontraban en la desembocadura del arroyo de Correc y en otra región próxima más pantanosa llamada El Prado de las Ocas.

Fue así que construyeron en el lugar los edificios que formarían la abadía, dieron cobertura a los párrocos de las iglesias vecinas y todo su trabajo era supervisado desde Roma.

Pasado un tiempo de la construcción de la Abadía de Beauport, desde Roma se dio la orden para que los integrantes de la misma fueran sólo monjes que hablaran la lengua bretona, que era la utilizada en esa región, directiva ésta que fue cumplida.

La abadía fue muy próspera hasta fines del siglo XVII cuando comenzó a declinar su fortuna, siendo clausurada totalmente en 1790, luego de la Revolución Francesa

A partir de 1862 la abadía recibió protección estatal al ser declarada como Monumento Histórico y en el año 1992 pasó a formar parte de las propiedades del organismo que se encargaba de la preservación de toda la región litoral bretona.

Desde ese momento se realizaron importantes obras de restauración y se convirtió el hermoso edificio de esta antigua abadía en uno de los centros más importantes de Bretaña, siendo en la actualidad un edificio que no puede dejarse de visitarse en la región de Bretaña.

Foto: Fuente Xelu

por Elisa

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